martes, 29 de diciembre de 2009

La primera década del resto de la vida de la historieta: Mis mejores lecturas durante el inicio del siglo XXI.

Haciendo memoria, éste es ya el segundo balance cualitativo de una década que hago sobre la historieta (el primero –obviamente- lo hice de la última década del siglo XX, cuando aun trabajaba para el diario unomásuno, desde luego, antes de que este medio se volviera pirata), lo cual me sorprende sobremanera.

Aunque siempre al hacer estos balances, las buenas memorias y el deleite de las mismas es algo que agradecemos como resultado, también -si uno es sensato- nos encontraremos ante cierto pudor, e incluso pavor, pues por mucho que uno se considere un buen lector de este medio, esto no demuestra que nuestro paladar será el mejor para todos (por mucho que uno esté seguro de ello), que se tenga el derecho o la autoridad absoluta para decir qué fue sobresaliente y qué no lo fue durante cierto periodo de tiempo y, sobre todo que, por muchas lecturas que uno haya podido hacer, no fueron todas y seguramente algo importante no llegó a las manos de uno.

Pero, de la misma forma, haciendo uso de nuestra supuesta libertad de expresión y cierta credibilidad que uno se gana, este tipo de rememoraciones y juegos nostálgicos resultan más seductores que las curvas de Maribel Guardia... bueno, creo que no tanto, pero algo por el estilo. El caso es que ese momento ha llegado y me dispongo a hacer lo propio... aunque, obviamente, no sin cierto pudor. Por esa razón es que mi listado no se vera sesgado por un número ni por niveles, sino tan sólo me abocaré a enumerar lo que más me sorprendió y me hizo vibrar durante los pasados 10 años (2000-2009), sin fijar un número, aunque dándole cierto orden al conjuntarlo por autores. Y bueno, finalmente, sobresaltado irán los títulos de lo que me parece sobresalió aún más de entre todo. Cuando lo haya considerado pertinente, una explicación o comentario breve ira acompañando.
Finalmente, pareciera que el siglo XXI será el momento propicio para hacer de la historieta (o si quieren llamerle cómo , novela gráfica o como sea) una narrativa de su tiempo. De eso, hasta Hollywood parece darse cuenta.



Alan Moore: Lost Girls / Promethea / The League of Extraordinary Gentlemen / Tom Strong (Todos estos trabajos iniciaron en la década pásada e, incluso, la antepasada -el caso de Lost Girls-, pero todos concluyeron o han continuado durante esta década)

Osamu Tezuka: Astro Boy / Ode to Kirihito / Black Jack (Desafortunadamente en muchos aspectos, en otros tantos afortunados, nuestra cercanía a Estados Unidos nos tamiza de muchas formas. Gracias a esta cercanía, en estos últimos años hemos tenido ocasión de leer gran parte de la obra de Tezuka, innegable e incomparable genio. Tezuka falleció en 1989, pero esto apenas lo conocemos y es totalmente nuevo y pulsante para nosotros en Occidente)

Frank Miller: All Star Batman and Robin, the Boy Wonder

Alexandro Jodorowsky: La Caste des Méta-Barons / Face de Lune (Ambas obras fueron iniciadas en la década de los 90 del siglo pasada, aunque finalizadas en 2004)

Grant Morrison: We3 / The Filth / X-Men / All Star Superman

Kyle Baker: Plastic Man /Special Forces


Warren Ellis: Planetary / The Authority / Global Frequency / Nextwave (En el caso de Planetary y The Authority, se trata de otro par de series que a pesar de iniciar durante la década pasada, finalizaron hasta esta década)

Peter Milligan: Human Target / X-Force

Brian Michael Bendis: Daredevil / Alias / Ultimate Spiderman / New Avengers / Dark Avengers

Junji Ito: Tomie / Uzumaki / Gyo

Hideshi Hino: Hino Horror

Chris Ware: Jimmy Corrigan, the Smartest Kid on Earth / ACME Novelty Library

Garth Ennis: Punisher / Crossed

Mark Millar: The Authority / The Ultimates / Fantastic Four / Ultimate X-Men / Civil War

Brian K. Vaughan: Y, the Last Man / Ex Machina

Ed Brubaker: Captain America

Naoki Urasawa: Monster / Pluto



Brian Azzarello: 100 Bullets / Hellblazer / Loveless

Geoff Johns: Action Comics

Hernandez Brothers: Love and Rockets

Dave Lapham: Youn Liars / Terror Inc.

Danijel Zezelj: Rex / Caballo / Small Hands / Captain America: Dead Men Running / Desolation Jones

Jonah Hex (Jimmy Palmitti, Justin Gray y varios dibujantes)

The Spirit (Darwin Cooke)

Scalped (Jason Aaron)

Girls (Luna Brothers)

Guerrillas (Brahm Revel)

The Incredible Hulk (Paul Jenkins, John Romita y otros)

The Incredible Hulk (Bruce Jones, Mike Deodato y otros)

The Umbrella Academy (Gerard Way y Gabriel Bá)

Pixu (Bá, Luna, Lolos, Clonan)

Eightball #22 (Dan Clowes)



Soldier X (Darko Makan e Igor Kordey)

The Frank Book (Jim Woodring)

Solo (Brendan McCarthy, Richard Corben, Sergio Aragonés, Jordi Bernet, Tim Sale, entre otros; editado por Mark Chiarello)

676 Apparitions of Killoffer (Patrice Killoffer)

Brian the Brain (Miguel Ángel Martín, la inició desde 1995, y la terminó en 2005)

Bardín, el superrealista (Max)

The Number 73304-23-4153-6-96-8 (Thomas Ott)



En México, me dio gusto ver y aplaudo cosas como Kerubim, y otros cuentos, de Edgar Clément; y Cuatro manos, de Paco Ignacio Taibo II y Améziane; y la nueva etapa (inconclusa aún) de Karmatrón. Así como ver la edición (finalmente) en mexicano de Watchmen y Maus. Creo que vamos de gane.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Lo que más me gustó del 2009

Me cuesta trabajo rememorar las lecturas más placenteras de cómics que haya tenido durante el año que termina… tal vez se deba a que uno está pensando más en términos del cierre de una década, que en términos del cierre de un año. Lo cual es un poco injusto, porque casi siempre ese último año de una década se pierde ante la expectativa que puede levantar el conteo de una década. En fin, ya le llegará su turno en este espacio a dicho resumen, pero por el momento no hay que hacer a un lado al 2009, todavía ni lo acabamos.

Intempestivamente no me llega ningún recuerdo o memoria de éxtasis total producto de lectura alguna, como si no se hubiera dado nada bueno… de lo cual estamos muy alejados, afortunadamente, pues sin duda hubo lecturas muy disfrutables. Siguieron dándose los brillantes tomos de Black Jack, la obra de Osamu Tezuka, editados por Vertical; Kyle Baker finalmente concluyó su breve y brillante miniserie de 4 números de Special Forces (que comenzó desde 2007), editada por Image; los Hernández Brothers presentaron el segundo tomo Love & Rockets: New Stories, el nuevo formato de su brillante saga chicana. Estos son obras que el año pasado las conté entre lo mejor del 2008, continúan entre los mejor del 2009, pero demos paso a títulos nuevos para el conteo:



-Pluto (Naoki Urasawa, Viz) Urasawa toma una antigua historia de Astroboy del maestro Osamu Tezuka, y la extiende y profundiza creando un monumento narrativo. Hay que ponerle un monumento a este mangaka.

-Squirrel Machine (Hanks Rickheit, Fantagraphics) También reseñada ya aquí, así que sabrán que esta rareza resulta muy refrescante.

-Punisher (Rick Remender-Jerome Opena-Tony Moore, Marvel Comics) Los guiones de Remender están redonditos en acción y violencia, y Opena impresionó con su increíble montaje y trazo. Moore ahora inicia la saga de Frenkencastle, que está excesivamente disfrutable.

-Superman: Secret Origin (Geoff Johns y Gary Frank, DC Comics) Pues en realidad esta miniserie no nos dice algo que no conozcamos, pero Johns y Frank la están contando de una manera casi inmaculada.

-The Wolverton Bible (Basil Wolverton, Fantagraphics) También ya reseñado en este espacio, así que sabrán ya que este acercamiento gráfico a La Biblia está de no creerse.


-Crossed (Garth Ennis y Jacen Burrows, Avatar) El creador de Preacher y The Boys está construyendo un relato apocalíptico y de sobrevivencia muy crudo y gráfico. Ojalá los lectores se dieran cuenta de que Avatar está editando historias buenísimas.

-Prison Pit (Johnny Ryan) Esta historia de gore y violencia hace poco fue reseñada en este espacio, pero no está de más decirles de nuevo que es muy divertida.

-Pixu (Gabriel Bá-Becky Cloonan-Vasilis Lolos-Fábio Moon, Dark Horse) Maravillosa historia de terror, también ya reseñada en Iconoctlán. Imprescindible.


-Dark Avengers (Brian Michel Bendis y Mike Deodato, Marvel Comics) Las intrigas y conspiraciones actuales en el Universo Marvel están tejidas desde la base de operaciones de Bendis, en este título, donde el brasileño Deodato impacta con cada milímetro de tinta negra.

-Guarida del Horror (Richard Corben-Lovecreft-Poe, Marvel México) También discutida ampliamente en este espacio, pero la verdad no me voy a cansar de aplaudir la publicación en México de este gran trabajo de Corben.

Lo que no he visto que supongo debe estar más que recomendable:

-Absolute Promethea (Moore-Williams-Cox-Klein, Wildstorm/DC Comics)

-The Book of Genesis (Robert Crumb, W. W. Norton and Company)

-Luna Park (Danijel Zezelj y Kevin Baker, Vertigo)

viernes, 18 de diciembre de 2009

Sucesos recientes de las historietas

Sucesos recientes en el maravilloso mundo de las historietas:

-Alguna vez se preguntaron: ¿De cantar, como lo haría Dios? Pues si lo habían hecho, la respuesta se dio hace unas semanas durante la presentación de Dodgem Logic, como pueden verlo aquí.

- Quién sabe qué clase de genios o esclavos tendrá trabajando la compañía hongkonesa de muñecos de acción Hot Toys, que crean este tipo de muñecos que resultan espeluznantes del detalle y verismo que presentan en su manufactura:




-DC Comics ha instaurado un ocioso proyecto para ultimatizar a sus personajes… Sí, efectivamente, en 2010 la publicación de Superman: Earth One y Batman: Earth One, el primero realizado por J. Michael Straczynski y Shane Davis, y el segundo por Geoff Johns y Gary Frank, comenzará un programa para llevar nuevas audiencias a la lectura de los cómics de DC, lo cual es entendible, aunque no deja de ser ya muy trillado. De qué sirve, entonces, la actual publicación del Superman: Secret Origin, por Johns y Frank.

-The Comics Journal ha llegado a su número 300 publicado en más de tres décadas de historia (el cual por cierto ya no alcance en la tienda de cómics donde lo adquiero, lo cual me enerva, aunque también me pone feliz porque quiere decir que habemos dos o tres loquitos que lo buscamos), y para celebrar y alinearse con los tiempos renueva su sitio de internet, donde ofrecerá material nuevo, extendido y diverso al de la publicación impresa.



-Para las generaciones de espectadores que fuimos trastocados por un aparato que se conoció como videocasetera, y que prácticamente es ya desconocido por las generaciones jóvenes, el libro Portable Grindhouse, de Jacques Boyreau y publicado por Fantagraphics, será una incomparable bocanada de nostalgia pues se trata de uno que homenajea las ediciones y el arte de las portadas de los videocasetes que, durante los años 80, dieron fe del cine más interesante de los llamados géneros menores y subgéneros de los mismos.

-MAD México, la versión nacional de la clásica publicación surgida en EC Comics llega a su fin con el número 111, según finormación publicada por Roberto Cota en www.culturacomic.com comic

-Este domingo 20 de diciembre, en el Grela Café (Caleta 554, Col. Narvarte) se llevará acabo la Comikaze MiniCon, de 10 de la mañana a 8 de la noche.

martes, 8 de diciembre de 2009

The Salon


*La incesante actividad de fin de año me ha alejado de este espacio, por lo que recurro a rescatar algunos textos publicados en otros lados para mantenerlo vivo en lo que tengo un tiempo. Creo que vale la pena echarles un ojo de nuevo.


The Salon, de Nick Bertozzi
St. Martin's Griffin
20 dólares

Cuenta la historia, escrita por el propio Stendhal, que el encuentro entre la obra y el espectador, entre la percepción hipersensible y la belleza estética paralizante, puede producir una sensación de perdición. Al famoso autor francés una serie de palpitaciones, vértigo, sudoraciones y demás sensaciones de angustia lo catapultaron hacia la salida de la iglesia de Santa Croce, cuando se encontraba de visita en Florencia, Italia.

Aquella experiencia registrada en su libro de memorias Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Regio ha permitido la designación del conocido como Síndrome de Stendhal, una reacción psicosomática a la exposición de belleza artística en grandes cantidades.

No todo mundo ha estado en Florencia para constatar de forma directa esta experiencia; sin embargo, no somos extraños a la inmersión en sensaciones aletargantes y placenteras a partir de la experiencia como espectador de ciertas obras artísticas. Hoy día, de hecho, la acumulación de medios y fórmulas de comunicación entre sus objetivos principales cuentan la manera de llevar a estados especiales a su público.

Para este fin, inclusive, se han creado simuladores que van desde los lentes para la experiencia cinematográfica en Tercera Dimensión y hasta las drogas de diseño.

En la Belle Epoque estaba la absenta, por ejemplo, y que a decir del historietista Nick Bertozzi compone un medio para acceder a otras realidades, a las capturadas en varias pinturas clásicas. Bueno, al menos en la ficción histórica que construye en su celebrada y un tanto polémica novela gráfica The Salon (St. Martins Press, 2007).

Desarrollada en París en 1907, al momento considerado como el surgimiento del Arte Moderno con la presentación de Les Demoiselles d’Avignon, de Picasso, es con este autor y con sus colegas Georges Braque, Gertrude Stein, Alice B. Toklas, Paul Gauguin y Guillaume Apollinaire que Bertozzi pone su escenario y forma su elenco. Todos los colegas que se reunían en el ‘salon’ de arte formado a partir de la colección de los hermanos Stein: Gertrude y Leo.

Gauguin es el ‘culpable’ destilador de un peculiar y fuerte licor azulado de ajenjo a partir de una raíz que, supuesta y únicamente, se da en una montaña de Hungría. Cuando este grupo descubre que beber esta poción permite derribar la barrera entre la obra y el público, por supuesto, hacen de ésta su infusión preferida.

El caso es que a la par de este descubrimiento y novel ejercicio, igualmente en las calles parisinas comienzan a aparecer las cabezas y los cuerpos por separado de diversos artistas modernistas. Si la naturaleza de estos asesinatos en serie no es grotesca lo suficiente, la comunidad artística se confunde y aterra aún más con las descripciones del asesino dadas por algunos testigos, y que parecen trazar la figura de Annah, la mujer javanesa que Gauguin capto en una de sus obras.

La fantasía y la realidad se mezclan de forma abrupta y sin remordimiento en The Salon (que ya ha sido publicado en español por Astiberri); y a pesar de que bajo esos términos la historia puede escucharse como un realismo mágico descontextualizado, el encuentro de ambos acercamientos está bien documentado y consumado por Bertozzi, quien de Picasso y Braque hace una especie de investigadores de lo extraño, sumergiéndolos en distintas épocas y lugares a través de famosas obras de arte.

La composición de las páginas, con cuatro viñetas cada una y el uso del azul para marcar la inmersión en la absenta, mientras que distintos juegos de colores interpuestos para crear un efecto a la Tolouse-Lautrec se utilizan en el resto de la historieta, hacen pensar incluso en las características visuales de las obras del periodo comprendido.

Este trabajo surgió como un ejercicio para que su mismo autor conociera más sobre los modernistas y su discurso, pues esta historia (que originalmente fue señalizada como web cómic en el sitio www.serializer.net) la fue investigando sobre la misma marcha.

Así, el acercamiento a los modernistas por parte de Bertozzi en este thriller histórico parece renovar la opinión sobre ellos, a quienes analiza más como humanos comunes (por supuesto con talentos únicos) que como figuras intocables del arte.

En ese aspecto, por ejemplo, Bertozzi no descarta la idea de que Picasso haya estado influenciado por el montaje de la historieta para la evolución de su obra y su marca en el cubismo (la secuencia de aguafuertes Sueño y mentira de Franco, que hace algunos años la editorial Dark Horse Comics reprodujo ya en una antología, muestra un ejercicio con guiños al medio por parte de Picasso en 1937).

Finalmente, esta obra que ha logrado sobresalir por méritos propios, indudablemente ha encontrado su mayor repercusión a través de un desafortunado suceso durante Halloween de 2004, cuando una copia del cómic Alternative Press #2, con un extracto de The Salon, fue dada a un menor por Gordon Lee, dueño de una tienda de cómics de Georgia. En el extracto contenido se ve a Picasso desnudo discutir con Braque quién dibuja mejor, y eso fue suficiente para que los padres del niño se quejaran con la policía.

Lee se disculpó públicamente y explicó que su intención no fue darle ese cómic precisamente al niño de 9 años, sino que era parte de cientos más que se obsequiaron; ésta no fue aceptada y en cambio sí fue arrestado. Hasta el día de hoy, la corte continúa sin dar un veredicto y, de encontrar culpable a Lee (a quien se le acusa de diseminar imágenes de ‘desnudos explícitamente sexuales, conducta sexual y abuso sadomasoquista’ a menores), podría pasar un año en prisión, y estaría obligado a pagar mil dólares por cada cargo [en la víspera de la publicación de este texto, los cargos contra Lee afortunadamente fueron desechados: el 18 de abril de 2008, ahora podemos mencionarlo].

El Arte Moderno, en mayor medida, ganó ya la batalla en contra de la intransigencia y la censura… la historieta, por el contrario, va construyendo una imagen que lo desmitifique como lectura para enanos. Y The Salon, afortunadamente, ayuda en dicha heroica tarea.

*Publicado en el suplemento El Ángel, del diario Reforma, en abril de 2008


viernes, 27 de noviembre de 2009

Revistas de cómics y sexo

-Bueno acabo de postear esto, y al ir a mi correo me encuentro con que tal evento se ha postpuesto hasta nuevo aviso; es decir: Mañana, sábado 28 de noviembre, YA NO se presentaRÁ el más reciente número, el 7, de la revista Comikaze, un esfuerzo independiente por darle seguimiento a la historia de la historieta. La presentación QUE IBA A SER en la tienda BadaBing Comics (Estocolmo #18. Col. Juárez. Zona Rosa), a las 17:00 horas.... SEGURAMENTE SERÁ AHÍ, PERO HASTA NUEVO AVISO. De cualquier forma, Jorge Tovalín, coeditor de esta publicación comenta que quienes gusten o ya tuvieran planeado ir, pueden hacerlo conchamente pues festejarán el cumpleaños de Pepper, un lector voraz de historieta, así como parece que ¡don Remy Bastien! también se hará presente.

A continuación, un breve resumen de lo que traerá dicho número:



-Portada y artículo central dedicado a los 30 años de estrellato de Frank Miller.
-Una historieta del Escuadrón Retro, de Guffo Caballero.
-Tres entrevistas: una con Alejandro Jodorowsky, otra de Bef a Rémy Bastien (cabeza de Marvel en los tiempos de Novedades Editores), y otra a Rius, creador de Los Agachados.
-Escritos sobre cómics gore como Faust y The Walking Dead, novelas gráficas de primera como Blacksad, historietas de ayer como Dial H for Hero, y hasta un rescate de las investigaciones friki-bloggeras de Luis Gantús la dedicada a "El vuelo de Ícaro", el cómic de Fantomas que fue motivo de censura presidencial.
-Además, la conclusión de los artículos dedicados a Miracleman y El Pantera



-Esta semana se publicó en Estados Unidos un número especial de la revista Wizard, con un resumen de lo más sobresaliente en la industria del cómic gringo durante la pasada década, por supuesto, según el staff editorial de esta publicación.

Para empezar, creo que los resúmenes de la década tendrían que comenzar a hacerse cuando termine 2010, ¿no? Y pues, como era de esperarse, este resumen está trazado prácticamente en base a sucesos provocados por Marvel y DC Comics; no deja de leerse este resumen con interés y con ciertos aciertos pero, sin duda, hicieron falta muchos aspectos de cómic más independiente e, incluso, de cómic mainstream (no se menciona la conclusión de Promethea; entre los equipos sobresalientes de escritor y dibujante no se menciona el de Garth Ennis y Steve Dillon en The Punisher; sin duda, la labor de Joe Quesada en Marvel ha sido uno de los momentos creativos más intensos del cómic mainstream reciente –de hecho, lo nombran en esta publicación el ¡Hombre de la Década!, y en términos de superhéroes no me suena tan jalado de los pelos-, pero me parece que lo que Jim Lee y Scott Dunbier lograron en Wildstorm –al final del siglo pasado, e inicio de éste-, al permitirle a Warren Ellis crear The Authority y Planetary, igualmente trazó una línea importante del camino que tomaría el superhéroe durante este siglo).
En fin, se trata de una lectura para comenzar intensas discusiones.


-Antes de que acabe noviembre, les comento que en el número de noviembre de la revista Cinemanía aparece una filmografía comentada del maestro Dario Argento, escrita por yours truly; e, igualmente, en el número especial de Sexo de la revista Conozca Más, aparece una lista de 25 de las mujeres más candentes y cachetonas de la historieta, según mi voyeur visión. Si pueden, échenles un ojo y opinen.


sábado, 21 de noviembre de 2009

Black Jack Volume 8

Black Jack, Volume 8, por Osamu Tezuka
Vertical Inc.
17 dólares


Los últimos meses, por todos sabido, han sido de descalabros y readaptaciones económicas. El mundo editorial se ha ido reajustando, y en este proceso ha habido muchas pérdidas lamentables. La editorial Vertical ha hecho alianzas, y de esa forma ha logrado mantener heroicamente su programa editorial; dentro de éste, permanece un importante proyecto de rescate historietístico para el mundo occidental: la publicación completa de la saga Black Jack, del maestro Osamu Tezuka.

Es realmente loable que a pesar de las condiciones económicas globales, Vertical se preocupe por continuar la publicación de esta obra central en la historia del manga, y de la historieta en general.

Esta semana, precisamente, se puso a la venta Black Jack Volume No. 8, compuesto por 326 páginas de imaginación, inteligencia, intriga y narrativa exquisita de la mano de Tezuka y su estudio.

BJ es poco más que el leitmotiv de la serie, pues cada caso compone un enfrentamiento de posiciones éticas, morales, de pensamiento y demás ropajes humanos: el trazo visual de Bj es tan importante como el conflicto que enfrenta o que observa a cada caso. La frialdad de BJ no es tal, cuando vemos que es lo necesario para que Tezuka pueda desarrollar de la forma más lúcida cada episodio, sin impedimentos emocionales o prejuicios que manipularían el curso de las acciones de sus personajes.

Entre las 16 historias que componen este volumen nos encontramos con embaucadores, mentirosos, asesinos, déspotas, incompetentes, genios, enamorados, decepcionados, yakuzas, misterios, y demás personajes y situaciones que hacen de la saga Black Jack, en general, un estudio de personajes impresionante.

Una historias como Fits, muestra claramente que en el universo de Black Jack no hay buenos ni malos, simplemente seres humanos con la misma probabilidad para ser tanto mezquinos como heroicos en una misma vida: Pinoko, la sidekick de BJ, ha decidido pedir una gran cantidad de muebles para la casa que habita junto a BJ, sin que le importe lo que éste deba hacer para reunir el dinero que cubre estas adquisiciones. Meter a BJ en un business quirúrgico para conseguir el dinero necesario, puede parece efectivamente un acto sumamente poco ético por parte de Pinoko; no obstante, entendemos que todos tenemos necesidades y anhelos: la humanidad es la misma aquí y en Japón.


Por el contrario, Pinoko Goes West, muestra la otra cara de la moneda, cuando la misma Pinoko hace un viaje sobrehumano para encontrar a BJ, quien huye tras una demanda por fraude (por supuesto, BJ no es culpable, pero prefiere alejarse en lo que el problema se resuelve).

En One Hour to Death, el Dr. Kiriko, némesis de BJ (y quien en lugar de curar, ayuda a morir a enfermos terminales), se enfrenta a un intenso dilema cuando una fórmula (para matar suavemente) que iba a vender en Nueva York es robada y dada a una enferma con la idea de curarla. En este trance es sorprendente leer cuando BJ le pregunta a Kiriko: “¿Qué se siente mejor: matar o curar?”, a lo que Kiriko contesta: “No seas tonto. Soy un médico. Salvar una vida es lo mejor”.
Obviamente, éstas historias tan sólo son una prueba de lo que guarda esta obra. Es prácticamente una necesidad conocerlas.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Prison Pit, de Johnny Ryan

Prison Pit, de Johnny Ryan
Fantagraphics, 2009
13 dólares



De Johnny Ryan alguien dijo en la prensa de cómics estadounidense que se trata del historietista más peligroso. Esto, no precisamente porque acostumbre a andar en la calle con dinamita envuelta en su cuerpo, cargue pistola o se desnude a la menor provocación (bueno, en realidad tampoco estamos seguros de que eso no suceda); sino porque posee una pluma muy vociferante: a través de su serie Angry Youth Comix y sus colaboraciones para la revista Vice o la misma Nickelodeon Magazine (entre muchos otros trabajos) hemos podido ver que no existe nada sagrado para Ryan, y que no tiene vergüenza alguna para criticar y burlarse de cualquier tema, sobre todo si éste pertenece a los llamados temas taboo.
Este historietista estadounidense no tiene problema en hablar abiertamente, y de forma por demás grotesca, de sexualidad, perversiones, política, homofobia, violencia, etcétera, etcétera. Su trabajo, casi siempre, se centra en ámpulas de la sociedad, y normalmente se regocija burlándose de los problemas que ésta tiene para entender sus dilemas, por lo que su obra no es por todos digerida. Hace varios meses, Ryan igualmente dejó patente de manera clara que ese gusto de burlarse de todo en forma por demás visceral, se debe en parte a que gusta de la explotación en la cultura popular: una serie de ilustraciones basadas en películas de terror, especialmente gore y splatter, parecieron responder a una necesidad por presentar una declaración de principios.


Y entonces, no resulta nada ajeno que el primer trabajo de Ryan que va más allá de las historias cortas y el gag, se trata de una fantasía de ciencia ficción gore, splatter, hardcore. Prison Pit lleva por nombre esta saga de novelas gráficas que inicia, editadas por Fantagraphics, y en la que Ryan está explotando todos sus recursos de violencia, mal gusto y de presentar lo impresentables según muchos ojos ajenos.

El ‘héroe’ de esta historia es uno al que Ryan se refiere como Cannibal Fuckface (hagan ustedes su traducción favorita), quien parece tratarse de un guerrero nómada postapocalíptico que es llevado prisionero por, suponemos, guerreros espaciales de otra especie distinta a la suya a Prison Pit, un planeta desolado al que es introducido por un abismo, a través de un tobogán... la referencia sexual es clara y como definitiva de la historia: ese capítulo de inicio se llama Fucked (al español: jodido o cogido), y se trata de un primer capítulo cuyo mensaje reverbera sobre el resto de la historia y como karma de la misma.

Prison Pit es una especie de cogida (en el sentido físico y de integridad ¿humana?) en la que nuestro caníbal protagonista madrea y es madreado, vence y es vencido, jode y es jodido. El desértico paraje del planeta Prison Pit está ya tapizado de restos de cadáveres y cualquier desperdicio que un sistema vivo pueda producir en cualquier forma y condición; en este punto, arriba Cannibal Fuckface para aumentarle más capas al tapiz. Si él ya resulta desagradable, lo son más los contrincantes con los que se topa... aunque en cierta forma Fuckface cuenta con nuestro apoyo, pues se trata de nuestro héroe en esta historia.
En muchos sentidos, Prison Pit rememora todo ese subgénero cinematográfico postapocalíptico en los años 80 del siglo pasado, de bajo presupuesto y desarrollado considerablemente en Italia y Estados Unidos, por realizadores como Enzo G. Catellari, Albert Pyun y Bruno Mattei (con sus diversos seudónimos); la diferencia radica en que Prison Pit muestra lo que muchos de estos filmes dejan fuera de cuadro, llegaron a sugerir solamente o, incluso, nunca se atrevieron a considerar.

Igualmente, la narrativa de Ryan, en este caso, es distinta a la economía e inmediatez del resto de sus historias constreñidas por lo que una o unas páginas pueden ofrecer. Prison Pit le permite explayarse a Ryan y crear atmósferas y momentos, así, la inequívoca influencia del manga se muestra tanto en el mood como en la crudeza de ciertos tipo de manga, como Berzerk, que el propio autor cita como influencia.

Actos aberrantes, sucios y grotescos, entre sangre, desperdicios y lo que suponemos es semen, concluyen en una autofelación que tendrán que ver para entender, y que queda como clímax interruptus para continuar en el siguiente volumen. Prison Pit es un festín de excesos extremos y mal gusto que sólo pocos autores llegan a ejecutar, e igualmente pocos lectores llegan a disfrutar. Si te diviertes con estos subgéneros (como yo), Prison Pit es lo tuyo.


jueves, 12 de noviembre de 2009

Punisher y Spidey, escritores y dibujantes... variaciones de un mismo tema


Ayer salió a la venta (en Estados Unidos, y México vía tiendas de cómics de importación) el primer número de la serie Marvel MAX de The Punisher, escrito por Jason Aaron, dibujado por Steve Dillon y coloreado por James Hollingsworth. Se trata de la continuación de la saga de este castigador del crimen en dicho subsello de Marvel Comics, y la cual Garth Ennis y el mismo Steve Dillon, junto con otros dibujantes, y otros escritores la volvieron histórica(obra que, por cierto, ni en Vid ni en Marvel México encontró un público entusiasta).


El Punisher de Dillon y Aaron

El paso de Punisher por MAX es ya un clásico, tanto por el nivel narrativo como por su alto nivel de violencia; seguir al legado de Ennis es una tarea complicada, pero ésta ha caído en manos de Aaron, quien sin duda es la opción perfecta e igualmente uno de los mejores guionistas jóvenes en el cómic estadounidense.

El propio Aaron ha dicho que la obra de Ennis (en particular Preacher, The Punisher y sus varias obras de guerra), junto con la de Grant Morrison y Alan Moore, son sus principales influencias. Sin duda la voz de Aaron ya mostraba la influencia de Ennis en obras como The Other Side, Scalped y el mismo Ghost Rider que ha estado escribiendo, pero con su The Punisher en MAX muestra una entonación increíblemente cercana a la del escritor irlandés.

En su primer arco narrativo, Aaron enfrenta a Frank Castle con Wilson Fisk, y la violencia, el gore y los momentos de ruptura no se hacen esperar. Dillon, virtualmente se ha transformado en un traductor de ideas sádicas al papel, pocos han sido los dibujantes que han perpetrado tantos actos impuros y violentos en las páginas de cómics, y nadie cómo él lo ha hecho en el cómic mainstream. Con Aaron, Dillon continúa con su ardua tarea de trazar el infierno de la mafia, y en esta serie que inicia arranca de manera inmejorable mostrándonos a un hamposillo que termina con sus ojos colgando de sus cuencas tras un apretón dado por Fisk. A esto hay que sumarle la dimensión cromática dada por Hollingsworth, quien colabora con Dillon desde sus años en Preacher.



El Punisher de Dillon y Ennis


Siempre es interesante observar las variaciones que pueda agregar un artista en un personaje, cuando colabora con distintos escritores. Por ejemplo, recuerdo que el Punisher de Dillon y Ennis era menos corpulento que el de Dillon y Aaron, aunque los ejercicios de violencia de ambas versiones están en la misma sintonía. Además, que el propio Dillon entinté es siempre una ocasión para celebrar (casi siempre lo ha hecho él, pero precisamente en sus primeros números de Punisher con Ennis, sus trazos fueron entintados por Jimmy Palmiotti, quien no hace un mal trabajo, pero el trazo de Dillon es especialmente único).

En fin, este Punisher de Aaron y Dillon, sin duda, está destinado a convertirse en todo un clásico. Y hablando de las variaciones a un mismo tema, me ha resultado muy interesante observar el trabajo reciente de Mike McKone en Spider Man.



Un Spidey azul y rojo de McKone...

McKone, artista de estilizado realismo y detalle limpísimo en su dibujo, por alguna razón no es un dibujante muy popular. Y me parece extraño, pues creo que su obra cuenta con los elementos espectaculares necesarios. En fin, el caso es que este artista en recientes meses ha ilustrado un trío de historias para The Amazing Spider-Man, la primera hace más de un año en los números 562 y 563 (y que precisamente acaba de verse en la edición mexicana) y la última apenas en los números 606 y 607 (que en no mucho tiempo podrán verse traducidos); la primera una historia muy divertida de Bob Gale en la que Spidey se enfrenta a un antiguo grupo de hampones ridículos vestidos como vaqueros (de los años de Stan Lee y Steve Ditko), y la otra el candente y esperado reencuentro de Spidey con la Gata Negra, Black Cat, escrito por Joe Kelly (la historia de en medio estuvo medio floja).

Ambas poseen el mismo estilo y destreza de Mckone; no obstante, hay una diferencia importante en ambas historias. En la primera, Spidey reluce con el trazo del artista y sus colores rojo y azul sobresaliendo considerablemente gracias a la limpieza de las imágenes: las piruetas del personaje realmente son muy espectaculares en este caso. En la segunda, el trazo y detalle de McKone en las figuras no pierde calidad alguna, no obstante, hay una peculiaridad: en lugar de dejar en blanco el espacio para que el colorista rellene las partes de azul del traje arácnido, McKone decidió rellenarlo de tinta negra, ofreciendo así un constraste muy disfrutable que en pocas ocasiones ha podido verse en Spidey.



...y un Spidey negro y rojo de McKone

A razón de su traje bicolor, Spidey ha significado en ocasiones una oportunidad para jugar con el negro en lugar del azul; sobre todo, cuando su figura debe ser dibujada en una dimensión pequeña, resulta más sencillo llenar de negro el espacio guardado para el azul. Si no mal recuerdo, creo que Ron Frenz y John Byrne, en sus momentos han experimentando un poco más esto, e igualmente recordamos a Erik Larsen, que en ciertos casos llegó a pintarlo de negro, incluso cuando no era tan necesario.

Sin embrago, es en la historia mencionada cuando McKone decide olvidarse completamente del azul, y hacer de este famoso traje uno negro con rojo, y el contraste es muy disfrutable. Como verán, se trata de una peculiaridad, de una ruptura a un traje canónico, a la que pocos han puesto atención, y la cual me parece interesante tras casi medio siglo de historia.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Guarida del horror

Guarida del Horror, por Richard Corben
Marvel México
89 pesos



Bueno, estaba intentando no escribir gran cosa del Marvel Monster Edition: Guarida del Horror por razones profesionales: porque se trata de una publicación en la que colaboré directamente y porque lo que escriba, entonces, puede llegar a tomarse como una visión poco objetiva bajo tales circunstancias.

Sólo les diré que, de considerar que la calidad de ésta no fuera buena, preferiría entonces no decir nada; es así que el problema, por tanto, es quedarse en silencio, pues la obra en realidad presenta un alto nivel de calidad.

Ya hace casi un par de años, cuando en Estados Unidos se anunció la inminente salida de la miniserie en la que Richard Corben adaptaría varias obras de Lovecraft, no perdí un momento para comentar al respecto en este mismo espacio, Iconoctlán, pero cuando se encontraba aun en el hoy extinto Toquedequeda. Obviamente, nadie se imaginó entonces que una edición mexicana de esta obra se llegaría a ofrecer.

En fin… el caso es que es imposible quedarse callado con este suceso, pues me parece es trascendental en muchos aspectos.

Como muchos de ustedes sabrán, aun hace poco más de dos décadas, México era una especie de paraíso de la historieta: además de las docenas de traducciones de historieta estadounidense, las editoriales nacionales continuaban produciendo obras mexicanas de diversos niveles, estilos y hasta búsquedas. Es cierto que faltaban ciertas voces de autor pero, a pesar de esto, me parece que una verdadera identidad existía entre toda la producción nacional que casi a destajo se producía. Había autores y lectores para la historieta. Hoy, me parece que no hay muchos de ambos lados, pero creo que la batalla por encontrarlos ha ido creciendo en años muy recientes.

En aquella pulsante escena aun encontrábamos en los puestos de periódicos un par de publicaciones básicas en la historia de la historieta mexicana y de la misma cultura Pop del país: Tradiciones y Leyendas de la Colonia y DUDA, la primera una longeva serie que número a número presentó relatos macabros de nuestra historia, mientras que la segunda se avocó a documentar y dramatizar cientos de casos paranormales, científicos y fantásticos, que a infinidad de lectores nos dejaban pensando durante días y días.

El caso es que estas publicaciones surgieron durante los años 60 y 70 del pasado siglo, momentos en los que igualmente se consolidaba una generación (seguramente dos) de lectores de la ciencia ficción y el terror a partir de la lectura de decenas de traducciones en español de cómics estadounidenses. Editorial Novaro y La Prensa, junto con sus varios subsellos, trajeron todas las series de estos géneros que DC, Marvel, EC, Dell, entre otros sellos, publicaron en aquellos años en Estados Unidos.

Quienes alcanzamos a leer algunas de esas publicaciones, sin duda, quedamos trastocados con su lectura, nos crearon referentes y con ello surgieron dudas, intereses y, por supuesto, llevaron a que los mismos editores mexicanos propulsaran sus propias propuestas.

Esto fue cambiando año con año, crisis con crisis, y así hasta llegar a una oferta editorial de cómics que, prácticamente, no se atreve a experimentar más allá de superhéroes (por ahí se encuentran algunas historias de Batman con la variación hacia el terror, pero seguimos hablando de un superhéroe; e incluso, los escasos números de Hellboy que Toukan y Vid publicaron, responden a la fórmula del superhéroe). Hoy, no hay ejemplo alguno de historieta mexicana de terror, horror o ciencia ficción. Y es en ese contexto que la aparición de Guarida del Horror sorprende casi como un cubetazo de agua fría.

Con esta obra, estamos hablando de un artesano consolidado de la historieta internacional: Richard Corben, laborando sobre uno de los géneros que más aprecia, y a partir de la obra de –indudablemente- los dos autores más importantes del género, y admirados por él mismo: Poe y Lovecraft. Pero no se trata del hecho mismo de que Corben sea el autor (tan acostumbrados estamos ya a que nos hablen de clásicos en todos los medios, y nos encontremos con resultados rígidos y fríos), sino de que realmente se nota la intensidad y disfrute del propio autor.

Corben está marcado por haber trabajado en varias publicaciones inolvidables (Creepy, Eerie, Heavy Metal), pero igualmente por haber creado o cocreado algunos clásicos, como Den, Mutant World y Vic and Blood. Su dibujo y su narrativa poseen una dimensión totalmente única: se trata de personajes que combinan un extraño realismo con una estilización única, en verdad.

Esto, tras cuatro décadas de carrera continúa intacto, como podemos verlo en Guarida del Horror, una obra que me parece redescubre para un medio, y sus lectores, una parte de la obra de dos autores clásicos. No hay que decir más de ellos, porque su obra y su fama es elocuente.

Guarida del Horror, así, es una oportunidad por reencontrarnos, de la mejor manera, con esta antigua tradición y, tal vez entonces, comenzar de nuevo una historia de horror mexicano.

*Aquí encontrarán una opinión al respecto, de parte de un valioso narrador mexicano.


martes, 3 de noviembre de 2009

Felicitaciones y anuncios


-Las buenas nuevas han llegado en exclusiva por Newsarama.com , donde se ha anunciado el ganador del concurso realizado por Frank Cho y Doug Murray para encontrar al ilustrador del cómic 50-Girls-50, que ellos se encargarán de publicar. El mexicano Axel Medellín ha sido el vencedor de este concurso en el que participaron varias docenas de dibujantes y en el cual, a decir del propio Cho, varios de calidad realmente sobresaliente. Sin duda, todo esto habla muy bien de Medellín y su trabajo. Una sincera felicitación.



-Y ha sido Rick Johnston a través de su Bleedingcool.com quien nos ha avisado de la aparición de ChannelGlycon, un sitio en Youtube.com en el que se irán reuniendo materiales audiovisuales y de audio del maese Alan Moore, desde entrevistas hasta videoclips. Este sitio que lleva un par de semanas, arrancó con la presentación de un buscadísimo video de promoción que DC realizó en 1984, y distribuyó un año después entre dueños de tiendas de cómics para promover la Saga of the Swamp Thing, de Moore, Bissette y Totleben, y en el que se incluyen entrevistas con Len Wein, Karen Berger y, obviamente, Moore quien a lo mucho tendría 31 años. Esto tal vez pueda funcionar entonces como altar al maestro, en el que a través de comments podremos colgarle milagritos o agradecerle simplemente.



-Por si quieren checarlo, en La Mosca en la Red está ya mi segunda colaboración, y la cual comenta sobre Frank Zappa, Jack Kirby y los comics.

viernes, 30 de octubre de 2009

The Squirrel Machine

The Squirrel Machine, de Hans Rickheit
Fantagraphics Books
19 dólares


The Squirrel Machine es algo inesperado e indomesticable. No termina ni comienza, y aún así presenta una gran historia. Se trata de una novela gráfica que muestra en forma vigorosa la libertad que algunos autores encuentran frente a la página en blanco.

Prácticamente de la nada (él mismo lo dice), aparece el historietista Hans Rickheit con su novela gráfica The Squirrel Machine, publicada por Fantagraphics. Hay dos formas de acercarse a esta obra: una, sin idea alguna del creador y su trabajo; la otra, teniendo como precedente que Rickheit se ha dedicado al arte experimental, como parte de The Empire SNAFU Restoration Project.

Mi acercamiento fue el primero. Atraído por el barroquismo de la portada, los mensajes que la composición y naturaleza de sus elementos comunican, y la valía del mismo sello Fantagraphics que respalda. ¿Qué puede significar o implicar la máquina para ardillas del título? No estamos seguros de la respuesta, pero las fantasías producidas son incalculables.

En Nueva Inglaterra, Edmund es un avejentado individuo que despierta entre árboles para dirigirse hacia un caserón en el que, entre cuartos escondidos, pasadizos y laberintos de construcción y detalle extraños, vive junto con su hermano Edmund, un ser amorfo que descansa en su cama aparentemente víctima de una extraña enfermedad. La búsqueda de su hermano lo lleva a las cornisas de la mansión, de donde cae hacia el vacío dando pie, entonces, al recuerdo de la juventud, donde parece encontrarse más información para el lector.

Las memorias son aquellas de un par de introvertidos hermanos que siendo adolescentes crearon su propio universo en la gran mansión heredada por su padre, a ellos y a su madre. Ahí, gracias a lo que varios llamarían genio diabólico, se han dedicado a construir instrumentos sonoros impresionantes formados de pedacería de otros instrumentos, máquinas y cuerpos de animales muertos. Obvio, que la demostración en público del instrumento llamado Bovine Resonator de estos hermanos resulta demasiado excéntrica para una comunidad conservadora y pequeña, por lo que prácticamente son proscritos de sus calles. Así, los hermanos se encierran en su hogar, descubren un mundo nuevo detrás de las paredes (también heredado por su padre) y encuentran algunas alianzas reveladoras que trastocarán su vida de forma absoluta.

Rickheit ha dicho que más o menos The Squirrel Machine se trata de memorias autobiográficas, en las que ha hecho uso de la ficción para que el hecho real sea imposible de identificar. Suena como una buena y divertida estrategia, sin duda; pero cuando uno se entera de su colaboración con E. Stephen Frederick de The Empire SNAFU Restoration Project (un proyecto de arte moderno e instalaciones en el que se incrusta lo muerto con aparatos inservibles) y revisa las ilustraciones que ha hecho para su minicomic Chrome Fetus y su primera novela gráfica, Chloe, entiende entonces que Rickheit efectivamente posee una apreciación y percepción peculiar de la vida y de cómo puede vivirse.

The Squirrel Machine sorprende por construirse en nuestro mundo y mostrarnos sus códigos, aunque proponiendo y revelando nuevos misterios humanos. Como Svankmajer, Lynch, Woodring, McKean, Cronenberg, Maruo o Jodorowsky, Rickheit escoge el planeta Tierra como su escenario, pero una dimensión paralela para explorarlo.

The Squirrel Machine es una historia y un misterio acerca de cómo cambia el sentido y apreciación de la vida, la sexualidad y el amor, cuando en estos se cruzan un pueblo conservador, una granja con puercos y una mujer de mentalidad extraña y, por supuesto, se cuenta con talento para ilustrar y narrar, y tener el genio para inventar máquinas imposibles que crean a partir de la muerte.


jueves, 29 de octubre de 2009

29 de octubre


Pues nada, que no podía dejar de felicitar a Astérix y Obelix por medio siglo de aventuras, así como enviarle un abrazo a Albert Uderzo y otro a René Goscinny, dondequiera que se encuentre. Con su obra han hecho mejor al mundo.



Igualmente, hoy es el día en el que oficialmente sale a la venta en puestos de periódicos y locales cerrados del país Guarida del Horror, Monster Edition de Marvel México, en la que se reúnen 18 trabajos del maestro Richard Corben, adaptando cuentos y poemas del etílico genio de Baltimore y del abismado genio de Providence. Sobra decir que Corben nació para ilustrar a Poe y Lovecraft.


Y, nada más porque sí (bueno, especialmente por las fechas), dejo aquí breves recomendaciones de lecturas oscuras acordes con las fechas.

No sé qué porcentaje sea, pero supongo que a la mayoría de lectores o espectadores que gustan del género de Terror, la experiencia les produce escalofríos y algunos sustos; y eso es parte de lo que hace de éste uno de sus géneros, o el género, preferidos.

Comento esto, porque igualmente es el que más disfruto; aunque pocos, muy pocos son los ejercicios narrativos que en éste se inscriben y que me han provocado susto alguno. En lo particular, los momentos climáticos del género me llenan de adrenalina, aunque en emoción y no en sobresalto o susto.

Así, a pesar de que adoro cientos de filmes de horror y violencia, pocos han sido los que me han causado cierto pavor; entre esto se encuentran: The Blair Witch Project, The Others, The Exorcist y The Innocents.

En la historieta sucede lo mismo. Hay muchas historias de vampiros, zombies, fantasmas, diablos y demás, pero pocas han sido las que han logrado asustarme de cierta forma. A continuación pongo algunas de ellas y, por supuesto, se las recomiendo.



-UZUMAKI y GYO, por Junji Ito.

En Uzumaki, de repente en un pueblo costero japonés todos los patrones naturales del lugar y la conducta de sus pobladores comienzan a regirse por la forma espiral. Desde las nubes hasta la forma de morir quedan trazadas por la espiral, y todo va ascendiendo a un enigma que parece involucrarse con otro mundo. En Gyo, otro pueblo es invadido por fauna marina con extremidades: imaginen un tiburón que entra a comérselos a su casa.
Pues todo esto es obra de un solo autor llamado Junji Ito, un japonés que sólo con tinta ha construido las historias más retorcidas del medio, y trazado los momentos más aterradores en años recientes.



-SAGA OF THE SWAMP THING, por Alan Moore, Steve Bissette y John Totleben.

No sólo se trata de historias impecablemente construidas, sino que Moore tejió anécdotas impresionantes y Bissette y Totleben crearon ilustraciones como no se habían visto hasta el momento en la historieta, y aún hoy día continúan siendo impresionantes. El momento en el que Swamp Thing descubre su verdadera naturaleza es impresionante, y la historia del monstruo que se alimenta del miedo de unos niños en una escuela especial continúa siendo aterradora. Esta primera colección es impresionante… tal vez habría que recomendar igualmente el segundo libro: Love and Death, pues la historia que le da título, con el regreso de Arcane y su ejército de cadáveres, igualmente, es muy impresionante.



-THE LIVING CORPSE, PANORAMA OF HELL, y HELL BABY, por Hideshi Hino.

Otro artista japonés demencial que nos presenta historias aterradoras como metáforas claras de las dolencias humanas. La historia del cadáver sufriente; la del pintor que ha conocido el Infierno a través de la humanidad y su franco deseo de acabar con toda la vida, y aquella de la bebé tirada en el basurero y que regresa del Infierno para vengarse, entre muchas otras de este autor, son obras realmente desaletargantes.



-JENIFER, por Bruce Jones y Bernie Wrightson

El cuerpo de pecado y la cara de engendro de esta mujer hicieron de esta historia un clásico de estos dos maestros del género en la historieta. Otro maestro, Dario Argento, se encargó de adaptarla de forma efectiva para la serie de películas para televisión Masters of Horror.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Nuevas publicaciones en Fantagraphics



No sé ustedes, pero redescubrir… más bien descubrir por primera vez trabajos y tesoros de historieta antigua es un placer como pocos. Es imposible contabilizar la cantidad de historietas que se han producido en casi 80 años de historia del formato comicbook, y 20 más de tiras cómicas en diarios. Es decir, lo que guarda el pasado es insondable y puede depararnos sorpresas incalculables.

El caso es que en lo que va de esta década la edición de antologías y recopilaciones de toda clase de historietas y tiras han invadido el mercado estadounidense para disfrute (por tantas) y pesadilla (porque hace falta dinero y espacio en la casa) de los lectores. Y pues para volver aún más complicada la decisión ante la oferta en los estantes, Fantagraphics acaba de anunciar un acuerdo con el historiador y editor Greg Sadowski, para realizar a partir del 2010 cinco libros que nos harán chupar los dedos.

Sadowski, quien ya se dio a conocer por un par de libros sobre Bernie Krigstein (historietista que desde la EC Comics innovó el medio casi en silencio), así como el SUPERMEN: The First Wave of Comic Book Heroes 1936-1941 (en el que nos entrega una recopilación de lo que hubo antes de Superman), regresará a Fantagraphics con los siguientes libros: FOUR COLOR FEAR: Forgotten Horror Comics of the 1950s, SETTING THE STANDARD: Alex Toth at Standard Comics 1952-54, THE ROAD TO PLASTIC MAN: The Golden Age Comics of Jack Cole 1937-41, AWAY FROM HOME: EC Artists at Other Companies, CREEPING DEATH FROM NEPTUNE: Basil Wolverton’s Sci-Fi and Horror Comics 1938-55 y THE COMIC BOOK FRANKENSTEIN: The Monster According to Dick Briefe.

Los títulos de cada una de estas recopilaciones, que nos arrojará mucha información en los siguientes años, son por demás elocuentes con cómics de horror, Wolverton, el maestro Toth, Jack Cole, y un Frankenstein caricaturizado que ha sido una rareza escurridiza, hasta ahora.


-Y para seguir con Fantagraphics, también, acaba de anunciarse que su publicación madre The Comics Journal se transformará drásticamente a partir de su número 300 de aniversario, y que estará a la venta en noviembre. TCJ se expandirá de manera notoria en su site, donde tendrá una actualización diaria y constante, ofreciendo las entrevistas, artículos y ensayos de gran valor a los que ha acostumbrado a sus lectores desde hace 30 años. Mientras que su versión en papel se convertirá en una publicación bianual en la cual, al igual que la preocupación y empeño puestos en el contenido, el diseño y el peso visual en general será un mensaje por sí solo, con la idea de hacer de TCJ un objeto que llame la atención tanto por su contenido como por su forma.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Palabra del Señor


¿Por qué decidir hacer una revista impresa en lugar de la opción más barata y fácil de un webzine?

“Me gustan los artefactos. Me gustan las cosas que puedo tener entre mis manos y con las que puedo desordenar mi casa. Los webzines son prácticamente etéreos. Si la gente quiere una revista en internet, hay muchas. Si, por el otro lado, aun existen allá afuera algunos necios en contra de la tecnología chapados a la antigua que disfrutan del olor del papel fresco, probablemente entonces les llame la atención. Sabes, eso es lo que me gusta de Mustard: el hecho de que alguien haya dedicado tiempo y amor a un objeto.”

Ésta es, palabra de Dios. Es decir, Alan Moore, quien en una entrevista en la revista sobre comedia Mustard, responde acerca de la necesidad de hacer un ‘fanzine’ a estas alturas del partido y en papel. Hace unas semanas se anunció la próxima salida de Dodgem Logic, revista dirigida por Moore desde sus cuarteles en Northampton, Inglaterra, y a través de la cual se discutirán desde problemas de su comunidad hasta comics e ilustraciones de algunos de los historietistas más renombrados, así como textos sobre política, ciencia y todo lo que desee hacer Moore y sus colegas (que son muchos).

Sobra recomendarles esta revista (que será distribuida por Knockabout Comics y que, parece, llegará a las tiendas de comic en el mundo durante diciembre); pero no está por demás comentar que resulta inspirador y emotivo observar que un autor tan importante como Moore decida regresar a lo más básico: una publicación independiente, para hacer lo que se le venga en gana, y como uno más de su varios proyectos. Se trata de la fe depositada, aun totalmente, en el papel como esencia de un proyecto editorial.